Si, si, un español. Esta es la historia de Julio Cervera, quien desarrolló un equipo de radio, once años antes que Marconi y logró
transmitir la voz sin cables de Alicante a Ibiza. RTVE nos ofrecer en "Imprescindible" un reportaje especial sobre este ingeniero, aventurero e inventor.
¿Por qué, pues, se ha considerado a Marconi y no a Cervera el padre de la radio?
La
situación de España en las primeras décadas del siglo XX, con las
colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas recién perdidas y en guerra
con Marruecos, no era la mejor para que el Ejército financiase
investigaciones. Por otra parte, añade el profesor Faus, está el
proverbial Que inventen ellos. Y finalmente, quizá lo más importante,
Cervera nunca tuvo una madre como mamá Marconi.
Cuando, con
apenas 20 años, el joven italiano empezó a experimentar en su país con
las ondas hertzianas, su madre, Annie Jameson, de origen irlandés, fue
una de las personas que antes intuyó la trascendencia de los trabajos de
su hijo y se lo llevó a Inglaterra.Allí, un primo de su madre, Henry
Jameson, coronel del Ejército con excelentes conexiones en la alta
sociedad, se encargó de presentarle a William Preece, responsable del
servicio de Correos británico, a quien fascinó la idea de desarrollar un
sistema de telegrafía sin hilos. Desde el principio Marconi contó con
todo el apoyo. La reina Victoria bendecía sus inventos, el Times
publicitaba cada avance.
En 1909 le concedieron el Premio Nobel
de Física. Para entonces la pista de Cervera ya está perdida. Casado y
con dos hijas, no sólo había trabajado en la telegrafía y la telefonía
sin hilos.Entre sus patentes había proyectos de control remoto de buques
y armas. También fundó una Escuela de Ingenieros en Valencia.De su mano
salieron manuales que conformaban la mitad del plan de estudios. A
pesar de ello, apenas se conoce su nombre. Por no saber, no se sabe ni
la fecha de su muerte.
La falta de financiación y de interés por parte las autoridades de la
época, junto a la mentalidad española de entonces resumida en la frase
'¡que inventen ellos!', condenó el invento al olvido.