lunes, 1 de octubre de 2018

“LA VIDA MODERNA” por Julián Ocaña



¡Hola a todos!
Soy Julián Ocaña y he tenido la oportunidad de asistir como público a uno de los programas de radio más relevantes de la actualidad, sobretodo para el público joven. Para quien no lo conozca, “La vida moderna” es una tertulia cómica dirigida por David Broncano, que además es el locutor principal. A sus lados se encuentran Hector de Miguel “Quequé” , cómico con una larga carrera en los medios españoles, e Ignatius Farray, que forma parte de la nueva ola del humor en este país, siendo sin duda uno de los más transgresores.
Una enorme cola repleta de gente se observa en el número 32 de Gran Vía, y no para acceder a Primark, sino para pasar 2 horas en los estudios de la cadena ser que se encuentran en la octava planta del edificio del grupo Prisa.
Una vez pasadas las medidas de seguridad pertinentes nos dejan a nuestro libre albedrío en uno de los medios de comunicación más relevantes en España. Echo un vistazo por varias salas de control y locutorios donde consigo observar a Don Iñaki Gabilondo en el medio que más domina.
Coke Peinado, técnico de sonido del programa, nos sorprende admirando el gran despliegue tecnológico propio de un medio de tal importancia y nos dirige al estudio en concreto donde se realiza el show.
Después de un corto tiempo de espera, los tres cómicos y protagonistas de este moderno espectáculo entran al locutorio entre aplausos y dan comienzo a su casi diario trabajo en las ondas. Como es habitual, Broncano abre con un monólogo comentando las más disparatadas noticias de actualidad, bajo el punto de vista y el argot con el que tan bien se desenvuelve el orcereño.
Tras la muestra de Stand-up comedy del cómico más de moda en los medios empieza la sección de Quequé. Héctor de Miguel, que nunca ha escondido su desgana a la hora de trabajar, basa su sección en una llamada a Álvaro de Marichalar, que nunca ha escondido su opinión y acaba con la sección del ya experto presentador en un interminable monólogo telefónico.
El desparpajo de los tres locutores llevando la llamada mantiene un constante ruido de carcajadas durante los diez minutos que duró la misma. Tienen una sincronía y afinidad exquisitas, no por nada la lista de espera para asistir al programa supera los 2 meses.
El programa acaba con un Ignatius filósofo pero absurdo, de aparente artificio pero trascendente. El canario es sin duda un soplo de aire fresco a la “Commedia” española.
Una vez acabado el programa se nos lleva a la azotea del edificio Prisa y se nos hace la pertinente foto que será la miniatura del programa una vez se suba a las redes.
En definitiva, un excelente programa que da una nueva dimensión a la longeva
Cadena Ser. Os dejo el enlace por si os animáis a escucharlo, merece la pena.

http://play.cadenaser.com/seccion/oh_my_lol_la_vida_moderna/

Julián Ocaña, Técnico Superior de Sonido para audiovisuales y espectáculos, CEV.